Realmente no se suele utilizar demasiado el autobús en Amsterdam, sobre todo porque los turistas y lugareños prefieren especialmente las bicicletas y los tranvías para moverse por la ciudad. El autobús es más recomendable para los viajes por los pueblos y atracciones de los alrededores de la ciudad, o bien para acceder hasta la Estación Central desde algún punto de la periferia.
Precisamente cuando uno llega a la Estación Central de Amsterdam puede ver casi todas las líneas de autobuses. Si queréis moveros por el centro lo más recomendable son los tranvías, aunque a lo mejor vuestro hotel en Amsterdam está más cerca de una parada de autobús. Los autobuses de Amsterdam son ideales para viajar de noche, ya que circulan entre las 00.30 y las 07.30 horas, cuando ya no hay servicios ni de tranvías ni metro. La frecuencia de paso es de una hora entre semana y media hora viernes y sábado.
En todas las paradas tenéis los horarios y la frecuencia de los autobuses, además de un mapa con el itinerario de esa línea en cuestión, y posiblemente los transbordos y correspondencias. En total son unos docientos autobuses que funcionan las 24 horas del día. Durante el día el precio de un billete de autobús ronda los 2,60 euros, y por la noche unos 4 euros. Eso sí, si os compráis un bono de transportes para ahorrar dinero, este sólo os valdrá para los autobuses urbanos, no para los que salen fuera de Amsterdam.
También hay autobuses que os llevan hasta el Aeropuerto de Schiphol, aunque yo personalmente os recomiendo el tren. Aún así, los números 197 y 300 salen de Amsterdam Centro y Amsterdam Zuid, respectivamente, y van al aeródromo de la ciudad. Os dejarán frente a la terminal de Llegadas.
Lo que está claro es que los autobuses en Amsterdam son muy buenos para el transporte público nocturno, tal vez mejor que el taxi, sobre todo por el precio. De día no son demasiado recomendables para moverse por la ciudad, ya que tenéis los tranvías, más rápidos y con más líneas.
